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¿Qué es el body shaming y cómo puede llegar a afectar psicológicamente?

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El mundo todavía se rige por los estándares de belleza y, como consecuencia de ello, pueden aparecer términos que incluyen una connotación negativa. Sobre todo en lo referido al cuerpo humano y, el body shaming es un buen ejemplo de ello.

¿Qué es el body shaming?

El body shaming se trata de un término que se refiere al sentimiento de vergüenza corporal, y hace referencia al acto de criticar y/o menospreciar la apariencia física propia o de otra persona. Este tipo de acoso acaba contribuyendo a potenciar una baja autoestima y puede llegar a provocar graves problemas de salud mental.

Se trata de un concepto que comenzó a popularizarse en la década de los 2000, momento en el que nacieron las redes sociales y se comenzó a debatir la imagen corporal en los medios de comunicación.

El body shaming consiste en criticar o avergonzar a una persona por su apariencia física: porque tiene celulitis, o debido a que le falta peso o lo contrario. Puede ser por tener manchas en la piel, porque le falta pelo, o por la presencia de estrías, porque no tiene una musculatura marcada o porque tiene demasiada, entre otros.

Una mujer coloca un metro sobre la cintura de una mujer para medirle si ha engordado.

¿Tienen alguna relación el edadismo y el body shaming?

El edadismo, o discriminación por edad, es una forma común de discriminación que afecta a personas mayores. Según un estudio de HelpAge España, el 40% de la población española ha experimentado discriminación por edad en diversos ámbitos. Aunque el edadismo y el body shaming son conceptos distintos, ambos pueden entrelazarse, especialmente cuando las críticas hacia la apariencia física se combinan con estereotipos negativos sobre el envejecimiento.

¿Cómo puede manifestarse el body shaming en personas mayores?​

Tal y como expresa en El País la experta en edadismo, Vânia de la Fuente-Núñez, la industria cosmética y estética ha convertido el paso de los años en una «pesadilla», especialmente para las mujeres, promoviendo una percepción negativa del envejecimiento.   ​

En el caso de las personas mayores, existen diferentes formas en las que puede manifestarse el body shaming:

  • Comentarios despectivos sobre cambios físicos: observaciones en clara connotación negativa acerca de arrugas, canas, aumento o pérdida de peso, o cualquier otro cambio físico asociado al envejecimiento.

  • Comparaciones con estándares de belleza juveniles: existe una presión por mantener una apariencia juvenil, sugiriendo que los signos naturales del envejecimiento son indeseables.

  • Exclusión social basada en la apariencia: se pueden dar situaciones en las que se ignora o margina a una persona mayor debido a su apariencia física.

Herramientas para combatir el body shaming

Sufrir este tipo de comentarios puede afectar notablemente el bienestar emocional de las personas, por lo que es algo que dentro de la psicología se tiene que trabajar. Incluso con la ayuda diaria de los cuidadores a domicilio. Estas son algunas de las herramientas que pueden permitir minimizar los efectos de este problema:

  • Trabajar la autoaceptación: la búsqueda de la perfección y buscar metas irreales no hará otra cosa que desgastar a la persona.
  • Educar a quienes nos rodean: resulta de vital importancia abordar una cultura de respeto y empatía hacia todos los cuerpos, sobre todo desde edades tempranas.
  • Apostar por una alimentación saludable, equilibrada y acompañada de una rutina de ejercicios.
  • Rodearse de personas cercanas: otra de las claves radica en rodearse de personas estimadas, ya que la influencia de estas será muy positiva para combatir este problema.

Un hombre mayor con bastante barriga sentado en el sofá de su casa.

El body positive frente al body shaming

Frente a este problema surgió un concepto que pretendía contrarrestar las consecuencias que se derivaban de este fenómeno. Es el llamado body positive, que surgió como respuesta a la presión social y los estándares de belleza poco saludables para reducir los cuerpos.

Este término aboga por la inclusión y la representación de la diversidad en la sociedad, animando a las personas a desarrollarse como son y enfatizando la salud física, emocional y mental.

La filosofía body positive desafía también las normas culturales y los estereotipos discriminatorios en función de la apariencia, en respuesta al body shaming que hace referencia al acoso y comentarios negativos sobre el cuerpo de una persona.

Mientras uno se centra en el menosprecio, el otro se focaliza en la inclusión.

Cada vez hay más evidencias científicas de que la obesidad y los trastornos en la alimentación pueden coexistir en las personas y compartir factores de riesgo, como la insatisfacción corporal y las dietas.

Cuanto más expuestas a los prejuicios estén las personas, más probabilidades habrá de que aumenten de peso, aunque al principio estuviesen delgadas.

El body shaming se resume en una problemática que hay que abordarla a tiempo debido a las consecuencias que puede tener sobre personas, y más tratándose de colectivos más vulnerables, como puedan ser las personas mayores. Entre esas consecuencias se encuentra la depresión, la ansiedad, el aislamiento social, aumento de las inseguridades de un individuo o alteraciones alimenticias.

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