En España, la osteoporosis afecta a 3,5 millones de personas, de las cuales, 2 millones son mujeres. Los motivos por los que las mujeres tienen más riesgo de sufrir de osteoporosis que los hombres son dos: primeramente, porque tienen una densidad ósea inferior a la del varón y, por otra parte, porque con la menopausia, este proceso de pérdida de densidad se acelera.
La complicación más grave derivada de esta enfermedad son las fracturas óseas, las cuales pueden ocasionar en nuestros mayores una gran pérdida de autonomía.
¿Qué es la osteoporosis?
La osteoporosis es una enfermedad esquelética que se produce por una disminución de la densidad de los huesos como consecuencia de la pérdida del tejido óseo normal.
El hueso es un tejido vivo que está en permanente renovación. Mientras por un lado se forma hueso nuevo (formación ósea), por otro, se pierde hueso envejecido (reabsorción ósea). Cuando el equilibrio entre ambos procesos se quiebra, ya sea porque mengüe la cantidad de hueso nuevo creado o porque incrementa la reabsorción, aparece la osteoporosis.
Debido a la pérdida de densidad ósea, el hueso con osteoporosis se torna más frágil y aumenta la probabilidad de que este se dañe o fracture.
Osteoporosis: síntomas
La osteoporosis no produce síntomas como tal, ya que no provoca ninguna alteración que nos indique que la padecemos. Por consiguiente, es una enfermedad que no manifiesta ninguna señal hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que se produzcan fracturas. Es por eso que a este trastorno se le ha puesto el sobrenombre de ‘epidemia silenciosa’.
Las fracturas que sufren las personas con osteoporosis se curan muy lentamente y pueden provocar deformidades, como ocurre con la curvatura de la columna vertebral. Una de las fracturas más comunes y más peligrosas en personas mayores es la de la cadera, que puede provocar invalidez y mermar significativamente la calidad de vida del anciano. Otras fracturas frecuentes, como consecuencia de la osteoporosis son: la de muñeca, la de los huesos de los pies, la de las costillas, la de la clavícula, etc.
Conforme este trastorno avanza, algunos síntomas de osteoporosis que se van experimentando son los siguientes:
- Disminución progresiva de la estatura.
- Espalda encorvada hacia adelante (cifosis).
- Dolor de espalda, provocado por una vértebra fracturada o aplastada.
- Fractura de un hueso con mucha facilidad y sin causa aparente (este es, quizás, el síntoma de osteoporosis más común).
¿La osteoporosis duele?
Esta es una pregunta muy frecuente en las consultas médicas. Lo cierto es que la osteoporosis en sí misma no suele causar dolor, pero las fracturas que pueden ocurrir como resultado de la debilidad de los huesos sí pueden ser muy dolorosas.
En algunos casos, la osteoporosis también puede causar dolor en los huesos y músculos, especialmente en la columna vertebral.
Osteoporosis: causas
Los cambios metabólicos que hemos explicado anteriormente que se producen en el hueso, dependen de muy diversos factores: el envejecimiento, la genética, las hormonas, la dieta, la actividad física y los hábitos tóxicos, entre otros.
El riesgo de padecer osteoporosis vendrá determinado por el nivel máximo de masa ósea que se forme en la edad adulta y el descenso producido como consecuencia de la vejez.
En cuanto a los factores genéticos y hereditarios, los hijos de madres que padecen osteoporosis tienen mayor probabilidad de sufrirla, pues nacen con un volumen inferior de masa ósea.
Dicho esto, prestémosle especial atención al primero de los factores enumerados: el envejecimiento.
La osteoporosis es una enfermedad muy frecuente en las personas mayores por varios motivos:
- Menopausia y andropausia. En el caso de las mujeres, la menopausia es una de las causas que más influye en el desarrollo de la osteoporosis, puesto que la desaparición de la función ovárica produce un incremento de la reabsorción ósea. Efectos similares se producen en los hombres con la llegada de la andropausia.
- Enfermedades que conllevan una permanencia prolongada en la cama.
- Desnutrición y delgadez extrema. Por ello, es vital que nuestros mayores consuman todos los nutrientes diarios necesarios.
- Medicamentos. Algunos fármacos favorecen la descalcificación de los huesos.
Osteoporosis en la columna
Es junto con las muñecas y la cadera, la localización en la que con más frecuencia se producen fracturas osteoporóticas.
En el paciente con osteoporosis, el dolor de espalda suele ser casi persistente. Este aparece en la columna dorsal o en la columna lumbar, en la mayoría de ocasiones de forma repentina y al realizar pequeños esfuerzos (como sentarse, toser o reírse).
Esta dolencia produce un aplastamiento vertebral progresivo que conduce a desarrollar una postura encorvada y la consiguiente pérdida de estatura de, en algunos casos, hasta 15 centímetros con respecto a la altura de cuando se era joven.
La duración de este dolor es variable, de manera que en unos pacientes puede perdurar algunas semanas, mientras que en otros puede hacerlo durante dos o tres meses.
Pero, ¿tiene cura la osteoporosis en la columna? Lo cierto es que la osteoporosis no tiene cura como tal. El paciente debe tratar con el médico esta afección, incluyendo cambios en su dieta y estilo de vida. Las medidas que se pueden tomar ayudan a ralentizar el avance de esta enfermedad, pero no la erradican.
Más adelante, se detallan los tratamientos que se suelen seguir para hacer frente a este trastorno.
Tipos de osteoporosis
Existen tres grados de osteoporosis:
Osteoporosis primaria
Ligada al sexo y a la edad.
Se subdivide, a su vez, en osteoporosis senil (aparece en mujeres y varones de más de 70 años), osteoporosis idiopática (aparece en los jóvenes sin causa conocida) y osteoporosis postmenopáusica (se manifiesta en mujeres de entre 51 y 75 años).
Osteoporosis secundaria
Forman parte de este tipo todos aquellos casos de osteoporosis que son consecuencia de otras enfermedades, tanto de los propios efectos de estas, como de su tratamiento.
Otros
Se engloban aquí las osteoporosis denominadas “raras”, ya que su prevalencia es menos común que las anteriores. La más destacada es la osteoporosis asociada al embarazo y a la lactancia.
Osteoporosis: grados
Los resultados de la densitometría ósea se expresan en términos de «puntuaciones T» y «puntuaciones Z». La puntuación T se compara con la densidad mineral ósea promedio de un adulto joven del mismo sexo, mientras que la puntuación Z se compara con la densidad mineral ósea promedio de una persona de la misma edad y sexo.
A través de una prueba radiológica, el facultativo observará el grado de la densidad de masa ósea de la persona.
En términos generales, los grados de osteoporosis se pueden definir de la siguiente manera:
Grado | Definición |
Normal | La densidad ósea está dentro del intervalo entre +1 y -1. |
Osteopenia | La densidad ósea está entre -1 y -2.5. |
Osteoporosis | Leve: La densidad ósea está por debajo de -2.5.
Grave: La densidad ósea está por debajo de -2.5 y ya se han producido una o más fracturas debido a ello. |
La osteoporosis duele cuando el paciente se encuentra ya en una fase grave.
La osteoporosis es una de las enfermedades que causan mayor grado de discapacidad.
Con el avance de la enfermedad, la persona afectada sufre fracturas continuas que limitan enormemente su actividad diaria normal.
Cuando el grado de osteoporosis se encuentra en una fase avanzada, el personal médico puede valorar otorgar la incapacidad permanente total en el ámbito laboral del paciente si este ya no puede llevar a cabo funciones profesionales que requieren de algún esfuerzo físico. Si el escenario es más leve y la enfermedad no afecta al rendimiento laboral, puede valorarse la incapacidad permanente parcial.
¿La osteoporosis se cura?
Traemos aquí una frase tan positiva como motivadora: la osteoporosis tiene cura.
Los especialistas coinciden en que tiene cura siempre y cuando se mantenga una regularidad en el tratamiento. Si, por ejemplo, durante una semana el paciente no sigue las pautas médicas establecidas y no toma el calcio recetado, no se puede esperar que el proceso surta efecto. En este sentido, la pérdida de constancia puede suponer que nuestro mayor llegue a punto de no retorno del avance de la enfermedad.
Osteoporosis: tratamiento
El tratamiento establecido para la remisión y cura de la osteoporosis se basa en los siguientes pilares:
Medicamentos para la osteoporosis
Los medicamentos se recetan para reducir el riesgo de sufrir fracturas. Los fármacos más utilizados tanto para prevenir como para tratar esta enfermedad son los bifosfonatos. La toma de estos suele mantenerse durante 5 años, momento en el que el médico revalorará el estado del paciente y determinará si continúa el tratamiento o realiza un descanso del mismo.
Por otra parte, el médico puede recetar suplementos de calcio y vitamina D para luchar contra la descalcificación y favorecer el transporte del calcio desde el intestino hasta el hueso.
Vida saludable
La elección del tratamiento a seguir, se basa, en muchas ocasiones, en una estimación del riesgo de fractura de un hueso en los próximos 10 años. Si el riesgo de nuestro mayor no es alto, el tratamiento podría basarse en modificar los hábitos de vida para evitar la progresión de la pérdida ósea.
Cómo prevenir la osteoporosis
Tan importante como el tratamiento en sí mismo es la prevención. A través de unas pautas diarias, podemos minimizar la pérdida de masa ósea característica de la edad adulta. Para conseguirlo, son dos los ámbitos en los que nuestros mayores deben mantener una rutina adecuada: la dieta y la actividad física.
Alimentos para la osteoporosis
La dieta para prevenir la osteoporosis debe ser rica en calcio y en vitamina D (es por eso que, si nuestro mayor no ingiere estos nutrientes a través de los alimentos, deberá hacerlo por medio de suplementos farmacológicos).
Estos son los alimentos que no pueden faltar en la dieta de nuestros mayores:
- Lácteos: leche, yogur, queso, helados lácteos, etc.
- Pescados: sardina, atún, salmón, caballa, etc.
- Otras proteínas: carnes magras y huevos.
- Judías y derivados: judías blancas, judías pintas, garbanzos, etc.
- Vitamina K: verduras de hoja verde oscura como espinacas, brócoli, coles de Bruselas, etc.
Ejercicios para osteoporosis
La actividad física es una forma muy eficaz de combatir la osteoporosis. Con el ejercicio, nuestro mayor fortalecerá su masa muscular, mejorará la postura, aliviará el dolor que siente y, en definitiva, reducirá el riesgo de sufrir fracturas óseas.
Los ejercicios más recomendados son los siguientes:
- Ejercicios de resistencia: mediante el levantamiento de mancuernas o utilizando el propio peso corporal aumentará la fuerza muscular.
- Ejercicios de equilibrio: su objetivo es evitar las caídas (un punto a tener también muy en cuenta para evitar otras consecuencias de la enfermedad).
- Ejercicios posturales: se ejercitarán, sobre todo, los músculos de la espalda para mejorar la postura.
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