El cuidado de la salud de las personas mayores es crucial para garantizar una vida plena y sin complicaciones. Uno de los aspectos que requiere especial atención es el control del ácido úrico en el organismo.
¿Qué es el ácido úrico?
El ácido úrico es un compuesto químico que se forma cuando el cuerpo descompone purinas, es decir, sustancias presentes en varios alimentos y bebidas. Normalmente, este se disuelve en la sangre y se elimina a través de la orina. Sin embargo, cuando el cuerpo produce demasiados niveles de este químico o no lo elimina de manera eficiente, se puede acumular en la sangre, formando cristales que se depositan en las articulaciones y tejidos, causando inflamación y dolor, una condición conocida como enfermedad de la gota.
Los niveles de ácido úrico pueden variar en el cuerpo, siendo los valores normales hasta 7 mg/dl, altos entre 7 y 8,9 mg/dl, y muy altos cuando superan los 9 mg/dl, lo que se conoce como hiperuricemia.
Síntomas del ácido úrico
Los síntomas de niveles elevados de ácido úrico pueden incluir:
- Dolor intenso en las articulaciones: principalmente en el dedo gordo del pie, pero también puede afectar tobillos, rodillas, muñecas y dedos.
- Hinchazón y enrojecimiento: las áreas afectadas pueden inflamarse y enrojecerse, volviéndose extremadamente sensibles al tacto.
- Limitación del movimiento: el dolor y la inflamación pueden dificultar el movimiento de las articulaciones afectadas.
- Nódulos de tofos: depósitos de cristales de ácido úrico que se forman bajo la piel.
¿Cómo bajar el ácido úrico rápidamente?
Aunque padecer esta afección puede resultar molesto, se recomienda para evitar llevar un estilo de vida lo más saludable posible.
Para disminuir los niveles de ácido úrico de manera efectiva y rápida, se pueden seguir estos consejos:
- Hidratación adecuada: beber al menos 8 vasos de agua al día ayuda a diluir el ácido úrico y facilitar su eliminación.
- Dieta baja en purinas: evitar alimentos ricos en purinas como las carnes rojas, vísceras, mariscos y ciertos pescados.
- Medicamentos: consultar con un médico para el uso de medicamentos que ayudan a reducir los niveles de ácido úrico.
- Pérdida de peso: mantener un peso saludable reduce la producción de ácido úrico.
¿El huevo es malo para el ácido úrico?
El huevo no es considerado contraproducente para el ácido úrico. De hecho, los huevos son una buena fuente de proteínas y tienen un contenido muy bajo de purinas, lo que los convierte en una opción adecuada para personas que necesitan controlar sus niveles de ácido úrico, sobre todo para personas mayores a las que se les une otro tipo de patologías. Estos son los beneficios de este alimento para controlar los niveles de ácido úrico:
- Bajo en purinas: los huevos contienen muy pocas purinas, lo que significa que no contribuyen significativamente a la producción de ácido úrico en el cuerpo.
- Alto valor nutricional: son ricos en nutrientes esenciales como proteínas de alta calidad, vitaminas (especialmente la vitamina B12 y D), y minerales como el selenio y el hierro.
- Versatilidad: pueden elaborarse de diversas maneras y son fáciles de incorporar en una dieta equilibrada.
Hay que tener en cuenta que se recomienda su consumo mediante métodos de cocción saludables, como hervidos, escalfados o en sartén antiadherente sin mucha grasa.
¿El arroz es malo para el ácido úrico?
El arroz es bajo en purinas, por lo que no es malo ingerirlo en caso de sufrir ácido úrico. Por esta razón, el arroz puede ser una opción segura y saludable para personas que necesitan controlar sus niveles de ácido úrico.
¿Qué alimentos está prohibidos si se sufre de ácido úrico?
Para las personas mayores con niveles altos de este compuesto químico, es esencial evitar ciertos alimentos y frutas:
- Carnes rojas y vísceras: el cordero, cerdo, hígado y riñones tienen alto contenido de purinas.
- Mariscos: gambas, langostas, cangrejos y otros mariscos son ricos en purinas.
- Pescados azules: sardinas, anchoas, y caballa deben evitarse.
- Bebidas alcohólicas: la cerveza y los licores pueden aumentar los niveles de ácido úrico.
- Alimentos procesados: evitar alimentos con alto contenido de fructosa y jarabe de maíz. Lo mismo ocurre con la bollería industrial.
- Frutas ricas en fructosa: las uvas, manzanas, peras y mangos deben consumirse con moderación.
- Frutas secas: las pasas y albaricoques secos contienen altas concentraciones de fructosa.
El control de este químico es vital para prevenir enfermedades como la gota y otras complicaciones en personas mayores. Evitar alimentos y frutas ricas en purinas y fructosa, junto con hábitos saludables y el apoyo de un cuidador, puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud para recibir asesoramiento personalizado y adecuado a cada situación.
