Las personas de edad avanzada pueden sufrir más habitualmente trastornos psicológicos severos. El síndrome confusional agudo, también conocido como delirio, es un trastorno neuropsiquiátrico que afecta principalmente a personas mayores, aunque puede ocurrir en cualquier grupo de edad.
El síndrome confusional agudo (SCA) es uno de los trastornos cognitivos más importantes en el anciano, tanto por su prevalencia como por su pronóstico. Puede ser la forma clínica de presentación de patologías graves o aparecer en el curso de ELAS, a veces asociado al tratamiento farmacológico utilizado. El desarrollo de un SCAodelírium tiene importancia desde el punto de vista económico y social, ya que los enfermos requieren cuidados especiales del personal sanitario, tienen mayor riesgo de caídas, estancias hospitalarias más prolonga das y mayor institucionalización.
¿Qué es el síndrome confusional o delirio?
Tal y como define la Fundación Pasquall Maragall, el síndrome confusional es una alteración de la función cerebral que comporta, entre otras cosas, una acusada alteración de la conciencia y la atención. Los síntomas de este síndrome suelen aparecer de forma brusca y presentar fluctuaciones a lo largo del día, siendo de mayor intensidad durante la noche (síndrome vespertino). Su duración es muy variable, pudiendo prevalecer activo desde varios días hasta varias semanas o meses en función de la causa desencadenante.
La aparición de este síndrome es frecuente en personas de edad avanzada, particularmente en aquellas con deterioro cognitivo o demencia.
El síndrome confusional, o delirium, se caracteriza principalmente por una marcada alteración del nivel de conciencia y la capacidad atencional, conllevando otra serie de alteraciones cognitivas, del estado de ánimo, del sueño y de la conducta.
Causas del síndrome confusional agudo
Esta patología es más habitual que se produzca a partir de los 75 años, especialmente en ancianos ingresados en centros hospitalarios. Algunas de las principales causas del delirio son:
- Infecciones: las infecciones, especialmente las del tracto urinario y las respiratorias, son una causa común de delirio en personas mayores.
- Medicamentos: la interacción entre diferentes medicamentos, así como el uso de ciertos fármacos, especialmente aquellos con efectos sedantes o anticolinérgicos, puede desencadenar un delirio.
- Trastornos médicos: condiciones médicas como desequilibrios electrolíticos, problemas cardíacos, hipotiroidismo y otros trastornos metabólicos pueden contribuir al delirio.
- Lesiones: traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebrovasculares y otras lesiones cerebrales pueden causar cambios repentinos en la función cognitiva.
- Desnutrición: una mala alimentación o deshidratación pueden afectar negativamente el funcionamiento del cerebro y desencadenar síntomas de delirio.
- Cambios ambientales: la hospitalización, la cirugía u otros cambios en el entorno pueden ser desencadenantes del delirio en personas mayores.
- Dolor: el dolor no controlado puede contribuir al desarrollo de delirio en personas mayores.
Un estudio realizado por los doctores M. Lázaro-Del Nogal y J.M. Ribera-Casado con 165 pacientes en 6 unidades de hospitalización de medicina interna revelaron que 42 de ellos (un 25,4%) sufrían delirium en el momento de la valoración. La media de edad de estos pacientes afectados por el síndrome confusional agudo era de 80,3 ± 12 años y el 61,2% eran mujeres. Se trata, por tanto, de uno de los síndromes geriátricos que afectan a los ancianos, y se va haciendo más común según la edad avanza, sobre todo en la tercera de las cuatro etapas de la vejez. De hecho, mientras los casos de delirium son muy poco frecuentes antes de los 60-65 años, pasados los 90 la cifra alcanza casi un 50% de los pacientes hospitalizados por fractura de cadera, una de las causas más habituales de ingreso.
¿Cómo es el tratamiento del síndrome confusional agudo en ancianos?
Tal y como se recoge en el blog de la Fundación Pasquall Maragall, una vez diagnosticado, el especialista tratará de identificar los factores que lo hayan desencadenado. Para ello, realizará una entrevista clínica acompañada de una serie de exploraciones y pruebas, entre ellas:
- Un examen físico.
- Una exploración cognitiva, del estado de ánimo y conductual.
- Una revisión de la medicación de la persona afectada.
- Y la realización de analíticas y pruebas de imagen, según el caso.
El tratamiento se centrará en las causas desencadenantes que se hayan identificado, así como controlar la sintomatología y asegurar los cuidados básicos (alimentación, o el aseo, entre otros) que requiere la persona afectada hasta que el síndrome remita.
Es habitual establecer controles preventivos de los factores de riesgo en personas de edad avanzada, por ejemplo, durante un ingreso hospitalario, ya que es un contexto en el que frecuentemente se desencadena el síndrome confusional en personas mayores.
Síndrome confusional por infección urinaria: las claves
Una de las enfermedades más habituales asociadas a la infección de orina en personas mayores es el delirium, el cual provoca además desorientación, alucinaciones y alteración del sueño que puede derivar en comportamientos agresivos.
De hecho, varias investigaciones y casos reportados en urgencias revelan que los pacientes con demencia son más propensos a sufrir infección urinaria. La anomalía se manifiesta con síntomas no asociados con el sistema urinario. En este sentido, los casos más graves se dan en personas vulnerables de edad avanzada con problemas de higiene.
Algunos estudios avalan la relación entre la infección de orina y el delirio
De acuerdo con el medio de referencia Consultor Salud, trastornos psicológicos como la demencia o el delirio hacen a los adultos mayores más susceptibles de contraer una infección, lo que crea una crisis de salud física y mental que se agrava rápidamente. En la juventud y adultez, la barrera hematoencefálica es mucho más fuerte y protege al cerebro más eficazmente de virus y bacterias. Con el envejecimiento, se debilita, haciendo que las bacterias viajen a otras partes del cuerpo como el cerebro y causen problemas más severos.
Esta situación puede extenderse a daños del cerebro, ya que según un estudio publicado en Journal of the American College of Emergency Physicians, se indica que un 50% de pacientes con demencia acuden al servicio de urgencias en un año determinado. De este total, casi un tercio de las personas son diagnosticadas con infección urinaria.
Aunque no conviene confundir el síndrome confusional con deterioro cognitivo o demencia, sí que comparten una sintomatología similar, aunque con diversas diferencias.
En el caso del síndrome confusional, la sintomatología suele aparecer de forma abrupta, aguda, por lo que tiene un inicio claro en el tiempo; la causa desencadenante suele ser identificable: uno o varios factores de riesgo; y el cuadro suele ser transitorio y reversible, por tanto, la sintomatología remite una vez se inicia el tratamiento.
Por el contrario, en el caso de deterioro cognitivo y la demencia, su inicio es insidioso (no tiene un comienzo claro en el tiempo); los síntomas progresan lentamente; la causa desencadenante es múltiple y el deterioro, en la mayoría de los casos, es irreversible, no remite.
En cualquier caso, conviene tener muy presente esta patología para saber cómo lidiar con ella, en el caso de que se trate de un familiar o cuidador, en el día a día de un hogar.