La dieta para personas mayores tiene que ser equilibrada y rica en nutrientes que cubran todas sus necesidades. Cuando los adultos mayores superan la barrera de los 80 años, la capacidad de absorción del intestino disminuye considerablemente, la masticación se vuelve difícil, la actividad física se torna deficiente y el consumo de medicamentos aumenta significativamente. Por otra parte, se ha demostrado que factores como la soledad en los ancianos influyen también de forma directa en la disminución del apetito.
En el siguiente post, expondremos qué características debe tener la dieta de una persona anciana y qué alimentos y nutrientes son indispensables para que los mayores mantengan unos hábitos nutricionales saludables. Cabe destacar que no son consejos nutricionales enfocados a adelgazar, sino a mantener un buen estado de salud.
La importancia de la dieta para personas mayores de 80 años
Llevar una dieta óptima, es importante en cualquier etapa de la vida, aunque esto cobra especial importancia en el caso de las personas ancianas, ya que una correcta alimentación ayuda a prevenir muchas enfermedades y contribuye a mejorar el funcionamiento del organismo.
La dieta debe ser variada y estar basada en alimentos de verdad, no procesados, ya que gracias a ellos la persona se sentirá más enérgica y saludable. Numerosos estudios internacionales demuestran, además, que llevar una buena alimentación, reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes o los problemas de corazón.
Una dieta correcta a los 80 años reduce el riesgo de sufrir enfermedades.
Por otra parte, un estudio de la revista médica Public Health Nutrition señala que la dieta mediterránea (rica en gran variedad de frutas, verduras, cereales integrales, aceite de oliva y pescado) está íntimamente asociada con la longevidad, y es el patrón de dieta que deberían seguir las personas a cualquier edad. Este tipo de alimentación, si se sigue de manera adecuada, permite mantener un peso sano y adecuado, por lo que los nutricionistas se basan en ella para elaborar las dietas de las personas que necesitan adelgazar.
Claves para mejorar la dieta de personas mayores de 80 años
Existen varias claves para seguir una dieta correcta a los 80 años, pero hay que tener en cuenta que las necesidades nutricionales cambian dependiendo de la persona, por este motivo, queremos señalar que esto es solo un artículo informativo en el que vamos a indicar qué alimentos y complementos nutricionales ayudan a mejorar la dieta de los mayores, no obstante, es imprescindible que las familias se pongan en contacto con un nutricionista que pueda evaluar las necesidades en cada caso.
Consumir alimentos de verdad
Cuando decimos «de verdad» nos referimos a productos que no sean procesados y, a ser posible, que no estén empaquetados. Para conseguirlo proponemos comprar carnes y verduras en mercados locales, en vez de grandes superficies. Asimismo, existen otros alimentos mínimamente procesados que también son recomendables y, cuyo proceso industrial, no ha desmejorado sus propiedades saludables presentes de manera natural como: el aceite de oliva virgen extra, la leche, los yogures y lácteos fermentados, las legumbres de bote y los panes 100% integrales, entre muchos otros.
Por el contrario, se recomienda dejar de lado los ultra procesados, ya que constituyen lo opuesto a la comida real. Con estos nos referimos a harinas refinadas, azúcares añadidos, sales, aceites refinados de baja calidad y aditivos. Dejar de lado estos alimentos dañinos es recomendable también para aquellas personas que necesitan adelgazar.
La ingesta de proteína es importante
Los adultos mayores de 80 años precisan de la ingesta de alimentos ricos en proteínas para mantener la masa muscular y la salud de los huesos, evitar la pérdida de peso, reparar tejidos dañados, e incluso estar más fortalecidos cuando se enfrentan a una enfermedad crónica, según el consenso llevado a cabo entre los científicos.
En períodos estresantes para sus cuerpos, como en los procesos de enfermedad, éstos procesan las proteínas de manera menos eficiente, por lo que necesitan mayores cantidades para estar fuertes y mantener el correcto funcionamiento de las funciones fisiológicas esenciales.
El aumento del consumo de proteína reduce el deterioro funcional.
De hecho, un estudio de la revista científica de The Gerontological Society of America, llevado a cabo durante 23 años, revela que las personas ancianas que consumían una mayor cantidad de proteínas tenían un 30% menos de probabilidades de sufrir deterioro funcional que los que ingerían menores cantidades.
Lo ideal es que la ingesta de proteína en la vejez esté entorno al 15% – 20% de la ingesta calórica total y los expertos recomiendan que se distribuya el consumo de proteínas de manera uniforme en las distintas comidas a lo largo del día.
Aumento de fibra y consumo de carbohidratos integrales
El estreñimiento es una condición que afecta al 30% de las personas mayores. Este se da porque muchos ancianos disminuyen el consumo de verduras y frutas, ricas en fibra, ya que tienen problemas para masticarla como es debido. Es por esto que es tan importante tomar frutas, verduras y cereales integrales, ya que poseen grandes cantidades de fibra y constituyen un gran remedio para regular los intestinos. No obstante, debemos recordar que su ingesta debe aumentarse de manera progresiva, con el fin de evitar gases, hinchazón y calambres en el abdomen, según afirman los expertos.
Asimismo, en la dietas destinadas a personas mayores de 80 años, recomendamos cocer las verduras para que los ancianos puedan masticarlas fácilmente.
Finalmente, recomendamos evitar los carbohidratos refinados, pues estos pierden muchos de sus nutrientes durante el proceso llevado a cabo en ellos, además de ajustar las tomas y los tipos de alimentos a consumir con un nutricionista experto.
Consumir ácidos grasos Omega-3
El Omega-3 es un nutriente esencial para el correcto funcionamiento del organismo. Pescados como el salmón, la trucha de lago y la caballa proporcionan gran cantidad de dichos ácidos.
El consumo de Omega-3 reduce, según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, el riesgo de padecer enfermedades de corazón, ayuda a regular la presión arterial alta y mantiene el colesterol a raya. Incluso ayuda a reducir el riesgo de desarrollar Alzhéimer y a retrasar el deterioro cognitivo.
Otros estudios demuestran que incluir Omega-3 en las dietas de los adultos mayores de 80 años ayuda también a fortalecer los músculos y a reducir en dolor en las articulaciones, retrasa el envejecimiento pulmonar y fortalece el sistema inmunitario.
Aumentar los niveles de calcio en la dieta para personas mayores de 80 años es fundamental. A esa edad, muchos ancianos sufren de osteoporosis, sobre todo las mujeres, debido a los bajos niveles de calcio y vitamina D, la cual ayuda a su absorción. Esta vitamina se precisa para conseguir una absorción intestinal correcta y para que el calcio pueda ayudar en la excreción renal. Para aumentarla, los expertos recomiendan llevar a cabo una tarea tan sencilla como es tomar el sol diariamente con moderación.
Alimentos como la leche, los yogures, el queso, los frutos secos (cacahuetes, avellanas o almendras), la sandía, el repollo y las espinacas, contienen altos niveles de calcio.
Recomendamos, de nuevo, preguntar al nutricionista cuáles son los alimentos recomendados, las cantidades idóneas y los momentos del día en los que el anciano debe tomar calcio.
Valorar el uso de suplementos
Los suplementos nutricionales pueden agregar nutrientes a la dieta de los mayores de 80 años que muchas veces no se consiguen con la ingesta de alimentos, y además reducen el riesgo de contraer problemas de salud. Estos, dependiendo de los que se elijan, contienen aminoácidos, vitaminas y minerales esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.
Hay que tener presente que el envejecimiento está relacionado con la oxidación de las células, por ello, las personas que envejecen suelen tener los músculos débiles y presentan caída del cabello y falta de energía, entre otros síntomas. Ante esta situación, los suplementos alimenticios pueden ayudar a neutralizar los efectos dañinos de los radicales libres en su cuerpo.
Aunque no se necesita receta médica para usar suplementos nutricionales, nosotros siempre recomendamos a la persona mayor o a los familiares que, antes de adquirirlos, consulten con su médico de cabecera sobre cuáles son los más recomendables, ya que los profesionales médicos tienen datos extraídos de las analíticas y sabrán guiarles de manera adecuada.
Mantener una buena hidratación
Las personas mayores de 80 años son más propensas a la deshidratación, ya que tienen un 10% menos de agua en su peso corporal en comparación con las personas de 30 años, por lo que es extremadamente importante prestar atención a las primeras muestras de necesidad de hidratación. Recordemos que no hay que esperar nunca a tener sed para beber agua. Esta idea es especialmente relevante en la vejez, etapa en la que las personas mayores pierden la capacidad de detectar la sed y pueden deshidratarse sin darse cuenta.
Ejemplo de dieta | |
Desayuno | Leche semidesnatada |
Pan de espelta integral con aceite de oliva | |
Una pieza de fruta verde | |
Almuerzo | Yogur desnatado |
Pan integral | |
Comida | Menestra de verduras con pescado |
Fruta | |
Merienda | Macedonia de frutas |
Crema de verduras | |
Cena | Tortilla de calabacín |
Yogur desnatado |
Recientes investigaciones han demostrado evidencias de que el rendimiento y las funciones cerebrales de las personas adultas se ven afectadas cuando no se bebe suficientemente.
La ingesta adecuada de agua se encuentra entre los 2,5 litros, para los hombres, y los 2 litros, para las mujeres, aunque el consumo de medicamentos puede precisar una ingesta distinta, por lo que es recomendable consultar previamente con el médico de cabecera.
Acompañar a los mayores de 80 años en las comidas
Se recomienda que las personas mayores coman acompañadas, ya que cuando se sienten solos, tienden a no alimentarse adecuadamente. Si los familiares no pueden acompañarlos durante esos momentos y creen que su familiar no lleva una correcta alimentación, es recomendable adquirir los servicios de una cuidadora por horas para que pueda ayudarle a preparar las comidas y le motive a la hora de consumirlas.
Para finalizar, esperamos que este artículo informativo, sobre cómo mejorar la dieta de las personas mayores de 80 años, os ayude a comprender mejor cómo debe ser una dieta sana y equilibrada que se ajuste a esta las necesidades que se presentan en esta etapa de la vida.
Efectivamente, cocinar al horno es una muy buena opción 🙂
Excelente ! Necesito saber para una persona de 84 años sin problemas patológicos y muy activo, cuánto por ciento diario debe consumir tanto en fibra, carbohidrato, proteínas, lípidos y vitaminas . Gracias