Volver al blog

¿Cómo curar rozaduras en carne viva en personas mayores?

Contenido

Las rozaduras en la piel son especialmente dolorosas en cualquier momento del año, pero aún más con la llegada del calor y sobre todo si afecta a personas mayores de 65 años. Por ello, es muy importante adoptar una serie de recomendaciones para poder curar rozaduras que estén en carne viva y que el proceso de recuperación sea lo más corto posible.

En el transcurso de la vida, la piel actúa como barrera natural contra el mundo exterior y experimenta cambios significativos en cada etapa vital. Con el paso del tiempo, ésta tiende a ser más delicada y propensa a sufrir heridas. De tal manera que cuidar la piel sensible implica numerosos desafíos con el cumplimiento de los años y la cura de heridas se convierte en un aspecto clave de los cuidados de salud.

La fisioterapia a domicilio, con expertos en el cuidado de heridas desarrollarán un plan de tratamiento que se aplicará a diferentes factores en el control de la sanación de heridas, incluyendo nutrición, flujo y circulación sanguínea, inflamación, movilidad funcional y alivio de la presión.

¿Por qué la piel es más sensible con la edad?

Al envejecer, se produce una disminución en la producción de colágeno y elastina, así como una reducción en la renovación celular, que hacen que la piel sea más fina, menos elástica y más propensa a dañarse. Además, disminuye la velocidad de cicatrización debido a que las células endoteliales vasculares, epiteliales y los fibroblastos pierden capacidad de acción.

Por lo que la formación de nuevo tejido es más lenta y cualquier herida, incluso las más pequeñas, tardan más tiempo en cerrarse y sanar adecuadamente. Esto aumenta el riesgo de infección y de complicaciones, por ejemplo, que las heridas se vuelvan crónicas.

Así cualquier herida, desde pequeños cortes accidentales hasta incisiones quirúrgicas, pasa a requerir un cuidado especial y a ser una preocupación importante en la salud de las personas mayores.

¿Cómo curar una rozadura en carne viva? Pasos a seguir

Al contrario de lo que se suele pensar, las heridas necesitan humedad, no aire para curarse. Dejar una herida al descubierto puede ralentizar el proceso de cicatrización.

Una vez que se detenga el sangrado y se limpie la herida, es necesario aplicar un vendaje limpio debido a diversos motivos:

  • El aire reseca la herida y favorece la muerte celular, no la curación.
  • Cubrir la herida mantiene la humedad natural que ayuda a mantener las células vivas.
  • Un corte expuesto recogerá la suciedad y los residuos del aire.
  • Una herida que se cura en un entorno húmedo tiene menos probabilidades de dejar una cicatriz.
  • Una herida descubierta tiene más probabilidades de ser dolorosa.
  • Una herida descubierta tarda más en curarse.

Los cortes más profundos requerirán casi con total seguridad atención médica, pero la mayorías de las rozaduras, cortes o raspones menores pueden curarse en el hogar. 

Una recomendación es aplicar agua y jabón suave, incluso aplicar una pomada antibiótica para cubrirla con un vendaje y reemplazarla diariamente. Además, una solución muy eficaz es aplicar un poco de vaselina en la rozadura en el momento de cambiar el vendaje con el objetivo de mantener la herida húmeda.

Una de las principales clave para actuar rápido frente a una rozadura en carne viva es el aplique de agua oxigenada primero, para ayudar a detener una posible hemorragia, un poco de yodo con la ayuda de una gasa limpia, y una pomada antibacteriana y sin que las manos contacten con la herida.

Unas gasas para tapar heridas colocadas sobre una superficie de tela azul.

¿Cómo curar una rozadura infectada? Necesaria la intervención de un médico

En el caso de que la piel se haya levantada de manera fácil y la herida se encuentre infectada, los cuidados han de pasar por un médico especialista, pero se deben seguir estas recomendaciones universales:

  • Lavar debidamente las manos con jabón neutro.
  • Limpiar la zona afectada con jabón neutro y agua abundante, y asegurándose de que no queda pus a la vista, aunque la herida supure líquido.
  • Nunca apretar la herida, solo asear la superficie.
  • Dejar que la ampolla abierta se seque al aire.
  • No hay que entrar en contacto con la piel levantada, a no ser que se desprenda bastante trozo. Si es así, una recomendación es recortar la piel sin que las tijeras entren en contacto con la herida.
  • Aplicar una pomada antibacteriana o antibiótica en la piel herida, mejor que sea una pomada indicada por el médico.
  • Colocar una gasa limpia sobre la ampolla y fijarla con esparadrapo.
  • Ingerir antibióticos orales, siempre tal y como recete el especialista sanitario.

Es fundamental una atención meticulosa en la limpieza, protección, y correcto proceso de la cicatrización. Además, el control del dolor y el seguimiento regular son cruciales para garantizar una recuperación óptima. Si bien los principios generales son similares para todas las edades, los cuidados en personas mayores deben ser aún más delicados y vigilados debido a su vulnerabilidad cutánea y mayor riesgo de complicaciones.

Déjanos un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *