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¿Cómo tratar el problema de dedo en martillo en la vejez?

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Existen deformidades en los pies que, con la edad, conviene vigilar detenidamente. Y más concretamente con los dedos pequeños del pie, ya que por su morfología, sufren más por movimientos incorrectos. La deformidad más habitual en estos dedos es el dedo en martillo.

¿Qué es el dedo en martillo?

El dedo en martillo es una deformidad en la que uno o más dedos del pie se doblan en las articulaciones medias, adoptando una forma de martillo. Esta condición puede ocurrir en cualquier dedo, pero es más común en el segundo, tercero y cuarto dedos. La deformidad puede ser dolorosa y afectar la capacidad de caminar o usar calzado adecuadamente. El dedo puede comenzar engarrotándose y en la parte superior del mismo se crea un callo o rojez, que puede llegar a ser muy molesto y doloroso.

Este callo o rojez arriba del dedo se forma por el roce continuado del calzado con el saliente óseo de la articulación rígida y deformada. Suele manifestarme más en invierno porque es más común que las personas vistan con zapatos cerrados y más estrechos.

¿Es común el dedo en martillo en la vejez?

Sí, el dedo en martillo es una afección relativamente común en la vejez. A medida que se envejece, los tejidos conectivos de los pies pueden debilitarse y los desequilibrios musculares pueden ser más pronunciados, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar esta deformidad. Además, las personas mayores que han usado calzado inadecuado durante muchos años, o que tienen condiciones subyacentes como la artritis, están en mayor riesgo de desarrollar dedo en martillo.

Causas del dedo en martillo

Hay que tener en cuenta que son muchas las causas que forman estas deformidades, pero las principales son:

  • Calzado Inadecuado: el uso prolongado de zapatos ajustados o de tacón alto puede forzar los dedos a una posición doblada.
  • Desequilibrio muscular: la debilidad en los músculos que rodean los dedos del pie puede llevar a un desequilibrio que resulte en la deformidad.
  • Artritis: las enfermedades inflamatorias como la artritis pueden dañar las articulaciones y los tejidos de los dedos.
  • Trauma: lesiones previas en los dedos del pie pueden predisponer al desarrollo del dedo en martillo.
  • Factores genéticos: algunas personas pueden estar predispuestas genéticamente a desarrollar deformidades en los pies, (por ejemplo, si los antepasados sufrían de juanetes, ya que esto hace que poco a poco se empuje la deformidad a los otros dedos).

¿Los dedos en martillo siempre duelen?

En un principio, las personas que desarrollan un dedo en martillo, no sienten mayor molestia, pero conforme va transcurriendo el tiempo, la deformidad se va acentuando, por lo que los síntomas y los dolores aparecen. A medida que el dedo se va torciendo más, el roce de la piel que recubre la articulación media de los dedos afectada con el calzado es más pronunciado, de ahí que se desarrollen ampollas y callos.

Un plano de las piernas y pies en martillo de una persona adulta mayor que está descalzo sobre el suelo de su casa.

Tratamiento del dedo en martillo

El tratamiento del dedo en martillo puede variar según la severidad de la condición. Las opciones incluyen:

Tratamientos no quirúrgicos

  • Cambios en el calzado: usar zapatos de punta ancha y evitar los tacones altos puede aliviar la presión sobre los dedos.
  • Ortesis y almohadillas: plantillas especiales para los zapatos y almohadillas para los dedos pueden proporcionar soporte y reducir la fricción.
  • Ejercicios de estiramiento: realizar ejercicios para fortalecer y estirar los músculos de los pies puede ayudar a mejorar la flexibilidad y la alineación de los dedos. Esto siempre deberá ser recomendado por un servicio de fisioterapia a domicilio para personas mayores y con la supervisión de un especialista.
  • Medicamentos: los analgésicos de venta libre pueden ayudar a paliar y controlar el dolor.
  • Caminar descalzo ha demostrado ser beneficioso, no solo en la tercera edad, sino en cualquier etapa de la vida, porque es la manera más eficaz de fortalecer los músculos del pie.

Tratamientos quirúrgicos

En casos severos o cuando los tratamientos no quirúrgicos no proporcionan alivio, puede ser necesaria la cirugía. Las opciones quirúrgicas incluyen:

  • Liberación de tejido blando: se cortan o realinean los ligamentos y tendones para permitir que el dedo vuelva a su posición normal.
  • Osteotomía: se realizan cortes en los huesos del dedo para realinearlos correctamente.
  • Artrodesis: se fusionan las articulaciones del dedo para corregir la deformidad y eliminar el dolor.

Consejos para prevenir el dedo en martillo en personas mayores

El uso de un buen calzado será determinante para minimizar de sufrir este tipo de patologías tan molestas:

  • Es muy importante llevar siempre un calzado de la talla justa en el que se acomode bien el pie.
  • Puede ser recomendable calzado no plano del todo, con un pequeño tacón (menos de 2 cm).
  • No usar zapatos de punta estrecha.
  • La suela del zapato no debe ser excesivamente rígida para permitir el movimiento del pie durante la marcha.
  • Los dedos deben poder moverse discretamente dentro del zapato.
  • En caso de inicio de molestias, deformidades y sobre todo dolor, se aconseja visitar un traumatólogo especialista en cirugía del pie y tobillo.

El dedo en martillo es una condición común en la vejez que puede afectar significativamente la calidad de vida. Comprender sus causas, síntomas y opciones de tratamiento es crucial para manejar esta afección de manera efectiva. Al adoptar medidas preventivas y buscar tratamiento oportuno, las personas mayores pueden mantener una buena salud podal y disfrutar de una vida activa y sin dolor

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