Volver al blog

Parálisis facial: qué es, síntomas y tipos

Contenido

Sonreír, comer, hablar o parpadear son algunos de los movimientos que los músculos faciales realizan de forma natural, gracias a un número de tejidos situados en el rostro. Sin embargo, existen diversas patologías que afectan a los nervios de la cara y hacen que estas acciones se vean condicionadas. Una de ellas es la parálisis facial, que es una incapacidad que perjudica al paciente tanto a nivel físico como psicológico.

Este cuadro clínico afecta a aproximadamente 20 de cada 100.000 personas en España cada año y, en el caso de ser del tipo idiopática, es decir, de origen desconocido, es muy común que se presente en personas mayores de 65 años.

 ¿Qué es la parálisis facial?

La parálisis facial es una enfermedad que afecta a los músculos de un solo lado de la cara, y que no tiene causa directa conocida. Lo que la persona experimenta al padecer esta afección es la debilidad o incapacidad, total o parcial, para abrir y cerrar el ojo, hablar, sonreír, respirar correctamente por la nariz, entre otras.

Esta afección se produce por una alteración del nervio facial, lo que hace que la persona mayor se vea imposibilitada de realizar los movimientos que, por naturaleza, está acostumbrada a realizar, ya que no se transmiten de forma correcta las órdenes nerviosas a la musculatura de la parte afectada.

Señora adulta con parálisis facial en uno de los lados de la boca

Tipos de parálisis facial: en función de dónde se presente

Existen dos tipos de trastorno del nervio facial:

  • Parálisis facial central: es aquella que se caracteriza por presentarse en la mitad de inferior de la cara y afecta, principalmente, al contorno de la boca. Existen diferentes causas de este tipo de parálisis, pero la más común en estos casos es el accidente cerebrovascular.
  • Parálisis facial periférica: también conocida como parálisis de Bell, es la que más prevalencia tiene en adultos mayores de 65 años. La principal característica de esta patología es que la persona presenta una asimetría en el rostro cuando se encuentra en reposo, como la frente y los labios caídos. Las causas no se conocen con exactitud, pero podría deberse a una infección producida por un virus o idiopatía.

Síntomas de la parálisis facial: los más frecuentes

Una de las primeras señales que pueden presentarse ante una parálisis facial son dolor de cabeza fuerte o detrás o adentro de la oreja. Sin embargo, después de 24 o 48 horas, los síntomas más comunes en adultos mayores son:

  • Imposibilidad de cerrar el ojo, o de levantar la ceja.
  • Párpado y/o labio caído.
  • Alteración a la hora de hablar o comer.
  • Cambios en la sensibilidad de la cara.
  • Sensación de falta de movimiento en el rostro.

¿Se puede hacer vida normal con parálisis facial?

La respuesta dependerá del caso y su gravedad. Sin embargo, las personas que sufren parálisis de Bell, y que, por lo general, son adultos mayores, se ven afectadas para realizar las actividades básicas de la vida y muchas veces necesitan asistencia para poder comer, comunicarse, y entre otras acciones de su día a día.

En el caso de que los síntomas no desaparezcan o que hayan quedado secuelas que molestan o no le permiten a la persona llevar una vida normal, lo ideal es que se sirva de servicios de rehabilitación a domicilio para que un especialista evalúe el caso e inicie el tratamiento adecuado lo antes posible.

Ejercicios básicos para recuperarse de la parálisis fácil

Existe una serie de ejercicios que, si son realizados por el paciente dos o tres veces por día, favorecerán a rehabilitar los músculos faciales de una forma más rápida. Los mismos pueden clasificarse en:

  • Ejercicios asistidos con las manos.
  • Ejercicios resistidos donde las manos ofrecen oposición para darle al movimiento un poco más de intensidad.
  • Ejercicios globales asistidos.

La mayoría de los movimientos consisten en mímicas faciales que buscan estimular los músculos para que vuelvan a su estado anterior. Algunos son, por ejemplo, elevación de cejas, fruncir el ceño, oclusión palpebral, entornar ojos, enseñar los colmillos, sonreír, arrugar la nariz. Todos ellos deben ser realizados con ayuda de las manos y si son llevados a cabo frente a un espejo, mejor.

¿La parálisis facial se cura?

La respuesta es sí. Tanto con tratamiento como sin tratamiento, el paciente puede empezar a notar que la función del nervio empieza a mejorar a partir de la segunda o tercera semana desde que han comenzado los síntomas. No obstante, para los casos más graves, el tiempo promedio de cura de esta condición puede ser de entre 3 y 6 meses.

El médico puede recetar un medicamento o remitir al paciente a un fisioterapeuta para ayudar a acelerar el proceso de recuperación, y en muy pocos casos la cirugía estética es una opción.

También resulta fundamental el cuidado de la zona afectada. En caso de que sea un ojo, se recomienda usar gafas de sol en el día y parche por la noche, como así también lágrimas artificiales para lubricarlo.

Déjanos un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *