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Lo que debes saber sobre el síndrome del túnel carpiano en ancianos

Contenido

El síndrome del túnel carpiano es una afección común que afecta a personas de todas las edades, pero es especialmente relevante en la población anciana. Es importante conocer en qué consiste este problema y cuál es su tratamiento para saber reaccionar de manera eficaz ante los primeros síntomas.

A continuación, se detallan las causas, síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento de esta enfermedad que afecta aproximadamente a un 3% de la población, principalmente mujeres.

¿Qué es el síndrome del túnel carpiano?

El síndrome del túnel carpiano ocurre cuando el nervio mediano, que se extiende desde el antebrazo hasta la mano, se comprime o se presiona en la muñeca. Esto puede provocar síntomas molestos y debilitantes, como dolor, entumecimiento y debilidad en la mano afectada.

Brazo estirado sobre fondo blanco

Ante los primeros síntomas de la enfermedad, muchas personas creen que se trata de un dolor pasajero y no le dan mayor importancia, sin embargo, el síndrome del túnel carpiano no suele curarse por sí solo. No obstante, en algunos casos los síntomas pueden mejorar con el tiempo o con cambios en las actividades que están causando la presión sobre el nervio mediano.

Túnel carpiano: síntomas en personas mayores

Los síntomas en ancianos pueden variar, pero generalmente incluyen:

  • Dolor y sensación de ardor en la mano, muñeca y brazo.
  • Hormigueo y entumecimiento en los dedos, especialmente en el pulgar, índice, medio y anular.
  • Debilidad en la mano, lo que puede dificultar sujetar objetos pequeños.
  • Sensación de «choques eléctricos» que se irradian desde la muñeca hasta el brazo.

Se trata de una serie de molestias que pueden condicionar la vida de una persona de edad avanzada y poner en riesgo su autonomía. Las cuidadoras de ancianos a domicilio deben prestar mucha atención ante cualquier señal de alerta.

Causas de esta afección en la tercera edad

A medida que envejecemos, nuestros cuerpos experimentan cambios naturales. En el caso del síndrome del túnel carpiano, varios factores pueden contribuir a su desarrollo en personas mayores:

  • Degeneración articular: con la edad, las articulaciones pueden degenerar, lo que puede llevar a la compresión del nervio mediano.
  • Aumento de la prevalencia de enfermedades: algunos trastornos asociados con la edad, como la artritis, pueden aumentar el riesgo de desarrollar este síndrome.
  • Actividades repetitivas: a lo largo de los años, la realización de ciertas actividades repetitivas puede acumular estrés en la muñeca y favorecer la aparición de esta enfermedad. Algunas de estas tareas repetitivas perjudiciales son fruto de trabajos que exigen movimientos manuales constantes, tales como: la costura, el ensamblaje, el trabajo en líneas de producción o incluso el deporte de élite.

¿Por qué los mayores son más propensos a sufrir este problema?

Aunque este problema puede suceder a cualquier edad, los mayores son más propensos a sufrirlo debido a una combinación de factores relacionados con el envejecimiento y cambios en el cuerpo derivados del paso del tiempo como: degeneración articular, cambios en la distribución de la grasa corporal, pérdida de fuerza muscular, etc.

Tratamiento del síndrome de túnel carpiano

El tratamiento de este síndrome en ancianos puede variar según la gravedad de los síntomas y la condición física del paciente. Algunas opciones son las siguientes:

  • Reposo y fisioterapia: en casos leves, el reposo y la fisioterapia pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la función de la mano. Es recomendable informarse sobre los servicios de fisioterapia a domicilio para ancianos, pues estos ofrecen la comodidad de que el mayor sea atendido en su propio hogar.
  • Medicamentos: el médico podría considerar oportuno recetar medicamentos antiinflamatorios al mayor para aliviar el dolor y la inflamación.
  • Férulas: el uso de férulas nocturnas puede ayudar a mantener la muñeca en una posición neutral y aliviar la presión sobre el nervio.
  • Inyecciones de cortisona: en algunos casos, las inyecciones de cortisona pueden reducir la inflamación y aliviar los síntomas.
  • Cirugía: cuando otros tratamientos no brindan alivio suficiente, la cirugía puede ser una opción para liberar la presión sobre el nervio mediano.

¿Cuándo operar el síndrome del túnel carpiano?

La decisión de realizar la operación del síndrome del túnel carpiano se basa en varios factores, y es el médico especialista quien determinará si la cirugía es necesaria en cada caso. La operación del túnel carpiano se considera cuando los síntomas son persistentes, graves y no responden adecuadamente a tratamientos conservadores.

La cirugía del túnel carpiano implica cortar el ligamento que forma el techo del túnel carpiano, liberando así la presión sobre el nervio mediano y aliviando los síntomas. 

En cuanto a las secuelas después de la operación del túnel carpiano, es normal que los pacientes experimenten cierto grado de dolor, inflamación y sensibilidad en la zona operada durante los primeros días o semanas posteriores a la cirugía. Sin embargo, la mayoría de las personas reportan que estos síntomas disminuyen con el tiempo y tras una adecuada recuperación.

En algunos casos, es posible que se presenten pequeñas cicatrices en el área de la incisión, pero generalmente estas heridas son pequeñas y tienden a desvanecerse con el tiempo. La recuperación total puede llevar varias semanas, durante las cuales se debe seguir el plan de cuidados y terapia física indicado por el médico.

Ejercicios recomendados para el túnel carpiano

A continuación se comparte un vídeo en el que se explican 5 sencillos ejercicios que se pueden llevar a cabo par mejorar los síntomas ocasionados por este trastorno, e incluso pueden resultar útiles a prevenirlo:

Consejos para prevenir esta enfermedad

La prevención es muy importante para mantener la salud de los ancianos. A modo general, para prevenir esta enfermedad es recomendable mantener una postura correcta, con la espalda erguida y las muñecas alineadas correctamente durante la realización de tareas repetitivas.

También es preciso hacer pausas frecuentes cuando se llevan a cabo tareas manuales. Por ejemplo, si una persona mayor es aficionada a la costura, es recomendable que haga descansos en los que deje de trabajar con las manos.

Asimismo, el ejercicio resulta siempre beneficioso y no tiene por qué suponer un gran esfuerzo, aunque es preferible que sea un fisioterapeuta el que recomiende ejercicios de prevención al mayor adaptados a sus capacidades.

Por último, podemos afirmar que mantener a raya enfermedades subyacentes que puedan desencadenar en este tipo de problemas es fundamental.

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