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¿Es bueno andar descalzo por la playa?

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La sensación de andar descalzo por la playa es muy agradable. Caminar por la orillar y sentir cómo las olas nos refrescan puede ser fantástico, especialmente en los meses más calurosos.

Con la llegada del buen tiempo, una de las actividades que más podemos aprovechar es la de ir a la playa. Tanto jóvenes como  mayores disfrutan mucho de la brisa del mar, del ambiente alegre y distendido, de los almuerzos al aire libre o de los baños refrescantes. 

En el siguiente post, analizaremos los beneficios y riesgos de andar descalzos por la playa y veremos de qué manera aplican estas recomendaciones a las personas mayores.

¿Debemos andar por la playa descalzos o con zapatos?

Andar descalzos por la playa tiene muchos beneficios que analizaremos más adelante, sin embargo, debemos ser conscientes de que esta práctica supone también un cierto riesgo. Lastimosamente, la gente no siempre se comporta de la manera más cívica, por lo que a veces podemos llegar a encontrar en la arena cristales, objetos punzantes y colillas.

Dos mujeres pasean por la orilla del mar descalzas

Cabe la posibilidad de que nos clavemos alguno de estos elementos en la planta del pie, incluso aunque caminemos fijándonos pues, a veces, al pisar el pie se hunde en la arena y puede desenterrar pequeños objetos que no se ven a simple vista. También existe la posibilidad de clavarnos elementos marinos, tales como conchas o caracolas.

Las personas diabéticas deben mantenerse especialmente alertas al caminar por la playa, ya que pueden clavarse algún elemento punzante sin llegar a notarlo, pues tienen menos sensibilidad.

Esto es un aspecto a tener muy en cuenta, sobre todo en las personas mayores, pues la pérdida de visión y la dificultad para caminar pueden ser dos factores de riesgo a la hora de mantener los pies descalzos en la playa.

De este modo, recomendaríamos que caminen con algún tipo de calzado las personas que tengan heridas en los pies (para evitar infecciones) y quienes no gozan de muy buena visión y pueden no percatarse de la presencia de objetos en la arena.

 6 beneficios de caminar descalzo por la playa en la tercera edad

Lo ideal es que la duración del paseo por la playa sea de unos 15 – 20 minutos. Las personas mayores no deben prolongarlo mucho más, pues la irregularidad de la superficie podría llegar a causarles calambres, tirones e incluso lesiones.

Infografía con 6 beneficios de caminar descalzos en la tercera edad

Presta atención a los siguientes beneficios que aporta caminar descalzos por la arena:

  1. Fortalece los músculos: caminar por la arena implica una dificultad mayor, ya que el pie se hunde y es necesario realizar más esfuerzo al andar. También es algo más difícil mantener el equilibrio, por lo que los músculos, articulaciones y tendones pueden fortalecerse.
  2. Mejora el estado anímico: todas las actividades al aire libre mejoran nuestro humor y salud mental, especialmente aquellas que se realizan junto al mar. Caminar por la arena en las horas menos concurridas puede ayudar a bajar los niveles de estrés y ansiedad.
  3. Fortalece los huesos: exponer a nuestros mayores de manera controlada y segura a la luz del sol favorece la absorción de vitamina D, responsable de que nuestro cuerpo obtenga el calcio que necesita.
  4. Es un exfoliante natural: los granos de arena actúan como un potente exfoliante que nos ayuda a eliminar las células muertas de la piel. Esto permite que la zona plantar se mantenga suave, lisa y tersa.
  5. Mejora la circulación sanguínea: los paseos por la playa activan el sistema circulatorio, por lo que son especialmente recomendables para personas con hinchazón de tobillos y varices.
  6. Quemas más calorías: según los expertos, caminar por la playa nos puede ayudar a quemar hasta un 50% más de calorías que caminar sobre suelo firme.

Recomendaciones para andar por la orilla del mar

Como vemos, andar descalzos por la playa tiene múltiples beneficios. Lo más recomendable es caminar por las zonas donde la arena se encuentre más compacta, para evitar caídas. Es por esto que recomendamos realizar paseos por la orilla del mar, donde la arena está mojada, pues resulta más cómodo y sencillo. Sin embargo, a veces las orillas se encuentran inclinadas. Esto debe tenerse en cuenta porque podría aumentar el riesgo a sufrir una caída.

Mujer mayor y mujer joven caminando descalzas por la playa, dirigiéndose hacia la cámara

Os compartimos algunas recomendaciones para que los paseos sean placenteros y seguros:

  • Es absolutamente necesario protegerse del sol utilizando crema solar con un factor de protección elevado, para evitar posibles quemaduras. Debemos tener en cuenta que la exposición solar puede llegar a ser muy peligrosa si no se toman las medidas necesarias. Esta protección solar debe aplicarse también a los pies, zona que solemos olvidar y a la que parece que damos menos importancia.
  • Debemos llevar con nosotros una botella de agua para permanecer constantemente hidratados, sobre todo en los días de más calor.
  • Hay que evitar las horas puntas en las que los rayos solares inciden con más fuerza, pues esto podría llevarnos a sufrir insolaciones o golpes de calor.
  • Es muy recomendable que la cabeza permanezca protegida con una gorra o sombrero.
  • Hay que evitar caminar sobre la arena cuando está muy caliente. Esto deben tenerlo muy en cuenta las personas que tienen menos sensibilidad y que podrían no notar que se están quemando las plantas de los pies.

¿En qué casos no se recomienda andar descalzos por la playa?

Del mismo modo que caminar por la arena puede ser muy beneficioso, también puede llegar a ser perjudicial en algunos casos. Se desaconseja, por ejemplo, en  personas mayores que tienden a caerse o que no gozan de buen equilibrio. Tampoco es recomendable en el caso de personas que han perdido mucha sensibilidad, como ocurre con algunos diabéticos, ya que si se hacen daño y se clavan algún objeto punzante podrían no darse cuenta, como comentábamos anteriormente.

Por supuesto, se desaconseja si se presentan heridas abiertas, ya que podrían infectarse con facilidad. También cabe destacar que las personas mayores que sufren de artritis, artrosis y reumatismo crónico deben tener especial cuidado, dada la irregularidad del suelo. En estos casos se recomienda que los paseos se realicen en compañía de una persona que sirva de apoyo y que pueda asistir rápidamente al mayor en caso de caída.

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