A medida que envejecemos, la estructura y la función del sistema auditivo pueden debilitarse, haciendo que las personas mayores sean más vulnerables a los problemas de presión y sus consecuencias. Como es el caso del barotrauma, una afección que ocurre cuando se produce una diferencia de presión entre el aire del exterior y el interior de los oídos o los senos paranasales, y su impacto es particularmente relevante en este colectivo debido a los cambios físicos y de salud que experimenta el cuerpo con el paso de los años.
¿Qué es un barotrauma?
El barotraumatismo también podemos llamarlo barotitis media o aerotitis media y ocurre por un desequilibrio entre la presión del aire entre el oído medio y la presión del aire ambiental, que deben mantenerse en concordancia para que el tímpano vibre normalmente. Para ello tenemos un conducto estrecho llamado trompa de Eustaquio que está conectado al oído medio y regula la presión. Si las presiones no coinciden y se descompensan ocurre esta situación que denominamos barotraumatismo.
Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), el 20% de la población corre el riesgo de sufrir barotrauma al volar en avión.
Por barotrauma se entiende el daño de una o más estructuras del oído medio causado por un cambio repentino en la presión externa al oído y que no es compensado adecuadamente por los mecanismos fisiológicos del oído.
¿Qué provoca el barotraumatismo?
El barotraumatismo puede generar dolor moderado o molestias en el oído, sensación de opresión o congestión y/o pérdida auditiva leve o moderada, entre otros síntomas.
Es más habitual cuando la trompa de Eustaquio está parcialmente obstruida (por ejemplo durante un resfriado o alergia) o presenta alteraciones que disminuyen su diámetro (cicatrices o tumores, por ejemplo).
En estos casos, la función de la trompa, que permite igualar las presiones, falla y aparece el barotraumatismo. Esta situación puede darse más fácilmente si además el cambio de presión es rápido.
¿Cuánto dura el barotrauma?
De acuerdo con el medio de referencia en la materia GAES, el tiempo de curación del barotrauma en el oído puede variar según la gravedad del daño y la velocidad con la que se reciba tratamiento. Por lo general, los síntomas pueden persistir durante varios días o semanas, pero en casos graves, el daño podría ser permanente.
En casos leves, como el que ocurre en los oídos durante un vuelo o inmersión en el agua, suele resolverse en pocos días sin tratamiento específico, aunque pueden recomendarse descongestionantes o analgésicos para aliviar los síntomas, según Mayo Clinic.
Los síntomas más habituales son:
- Taponamiento de oídos.
- Otalgia (dolor de oído).
- Acúfenos.
- Pérdida auditiva transitoria.
Barotraumatismo y personas mayores: consejos
Las personas mayores pueden experimentar un riesgo mayor y una recuperación más lenta del barotrauma debido a que pueden tener afecciones respiratorias previamente.
Con la edad, los tejidos pueden volverse menos elásticos, y condiciones preexistentes, como problemas pulmonares, cardiovasculares o auditivos, pueden hacer que el barotrauma sea más severo y difícil de sanar.
Según estudios publicados en la American Thoracic Society, los ancianos que ya presentan enfermedades respiratorias crónicas o deterioro en la función de sus senos paranasales o tubos de Eustaquio tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones prolongadas o severas derivadas del barotrauma.
Es por ello que conviene adoptar una serie de medidas en el caso de cuidar a personas mayores ante este tipo de situaciones:
- El otorrino podría recetar el uso de analgésicos suaves, por lo que como cuidadores habrá que administrar acetaminofén o ibuprofeno para aliviar el dolor, siempre siguiendo la dosis recomendada y bajo supervisión médica.
- Colocar una toalla tibia en el área afectada (por ejemplo, detrás de la oreja en casos de barotrauma de oído) puede ayudar a reducir el dolor y la sensación de presión.
- Realizar lavados nasales con suero fisiológico varias veces al día puede ayudar a mantener los conductos despejados y reducir la congestión, lo que facilita la regulación de la presión en el oído medio.
- Evitar que la persona que se cuida realice movimientos bruscos o cambios de posición que puedan aumentar la presión en el oído, especialmente al agacharse o girar la cabeza rápidamente.
- No permitir que la persona afectada se suena la nariz con fuerza. En su lugar, se recomienda que la persona realice exhalaciones suaves.
- Uso de técnicas de respiración y deglución específicas: como por ejemplo masticar chicle, bostezar o beber agua con pequeños sorbos ayuda a abrir la trompa de Eustaquio, promoviendo la igualación de la presión en los oídos.
- Evitar llevar a la persona a zonas de mucha altitud o viajar en avión hasta que los síntomas hayan desaparecido.
Hay que vigilar con detenimiento cualquier patología que dificulte el funcionamiento de la trompa de Eustaquio y que puede desencadenar en un barotrauma, como puede ser el caso de un resfriado o una crisis de alergia.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que no se trata de una patología peligrosa y que, con una serie de cuidados y llevando un seguimiento consensuado con el otorrino y los cuidadores, no debe suponer riesgo para la salud.
Aunque el barotrauma de oído no suele ser grave, es importante no ignorar los síntomas, especialmente si hay dolor intenso, pérdida de audición o mareos persistentes.
Si los síntomas no desaparecen en unos días o empeoran, es recomendable acudir a un otorrinolaringólogo para prevenir complicaciones.