¿Qué es la fascitis plantar? Síntomas y tratamiento

La fascitis plantar es una afección que se caracteriza por un dolor fuerte y punzante en la zona del talón. Esto sucede porque se inflama la fascia, un tejido grueso que atraviesa el pie conectando el talón con los dedos. Aunque se desconocen las causas de esta inflamación, todo apunta a que las personas con sobrepeso y los corredores son más propensos a desarrollarla.

Las personas mayores de 40 también son más susceptibles de padecer este trastorno, aunque es a partir de los 60 cuando las posibilidades aumentan significativamente. Se trata de una situación que, sin duda, puede mermar la calidad de vida de las personas de edad avanzada.

En esta artículo analizaremos qué es la fascitis plantar y cómo se cura. ¡Continúa leyendo!

Síntomas más frecuentes de la fascitis plantar

Como se ha mencionado, se desconocen las causas exactas que provocan la fascitis plantar, no obstante, existen ciertos factores de riesgo:

• Tener problemas en el arco del pie: como los pies planos o con el arco demasiado pronunciado.
• Ser corredor: especialmente cuando se corre sobre superficies en pendiente o irregulares.
• Padecer de sobrepeso: ya que se ejerce más presión sobre la fascia.
• La edad: a partir de los 60 años aumentan significativamente las probabilidades de sufrir esta afección.
• Tener en tensión el tendón de Aquiles.
• Utilizar calzado inapropiado: especialmente a la hora de realizar deporte.
• Determinadas profesiones: principalmente aquellas en las que se pasan muchas horas de pie.

La sintomatología se caracteriza por un dolor intenso y punzante en el talón que se suele extender por el resto de la planta del pie. Este dolor suele ser más pronunciado en las primeras horas del día, al estar de pie después de haber permanecido sentado un buen rato, tras realizar una actividad intensa o al subir escaleras.

Normalmente, las personas que sufren de fascitis plantar suelen reportar sufrir dolor en el pie, hinchazón y un leve enrojecimiento y rigidez en la zona.

Otro tema a tratar es el de la fascitis plantar con espolón. En las radiografías que realiza el podólogo a pacientes que acuden a la consulta reportando un dolor intenso en el pie, a veces se aprecia la presencia de un espolón calcáneo. Esto es una calcificación que se crea en el hueso del pie y que da lugar a una especie de ‘pincho’ observable en las radiografías. Sin embargo, el espolón no es la causa del dolor que reportan los pacientes, sino simplemente un signo clínico más. Generalmente, el dolor es causado por la fascitis plantar.

Fascitis plantar y dolor de espalda

El dolor de espalda en personas mayores es especialmente común, sin embargo, hay gente que desconoce que, en muchas ocasiones, la causa de dicho dolor se halla en los pies. Es por esto por lo que se recomienda acudir a un podólogo cuando se sufre de dolor de espalda, ya que, en muchas ocasiones, este profesional será capaz de identificar qué está provocando el malestar.

Los dolores de espalda no deben entenderse como algo aislado, sino como una consecuencia de afecciones originadas en otras partes del cuerpo. Las personas que sufren de fascitis plantar pueden modificar -consciente o inconscientemente- la forma de su pisada para tratar de mitigar el dolor. Estas alteraciones en la forma de caminar pueden desencadenar otros problemas como es el dolor de espalda, de rodillas o de caderas, entre otros.

¿Cómo tratar la fascitis plantar?

Para tratar la fascitis plantar debemos distinguir el tratamiento quirúrgico del tratamiento no quirúrgico. Se ha demostrado que un gran porcentaje de los pacientes mejoran significativamente tras iniciar un tratamiento simple, por lo que no siempre es necesario operar.

Tratamiento no quirúrgico

• Guardar reposo. Los cuidados de la fascitis plantar pasan por reducir al máximo toda actividad que desencadene el dolor en la zona.
• Aplicar frío. No debe colocarse hielo directamente sobre la piel, ya que podría provocar quemaduras. Se recomienda envolverlo en una toalla y aplicarlo durante unos 20 min en la zona, 2 o 3 veces al día.
• Tomar antiinflamatorios. Siempre bajo prescripción médica, el ibuprofeno o el naproxeno pueden ayudar a combatir el dolor y reducir la inflamación.
• Inyecciones de cortisona. Si el médico lo considera conveniente, podría ser necesario aplicar cortisona en la zona para reducir el dolor. Este proceso debe llevarse a cabo con mucho cuidado, ya que un exceso de inyecciones podría provocar la rotura de la fascia.
• Utilizar plantillas y férulas ortopédicas. El podólogo podría considerar conveniente utilizar férulas para dormir o zapatos con plantillas que ayuden a mitigar el dolor mientras se camina.
• Iniciar una terapia extracorpórea de impulsos eléctricos (ESWT). Esta terapia consiste en aplicar impulsos eléctricos que estimulan el proceso de cicatrización de la fascia dañada.

Tratamiento quirúrgico

Sólo se contempla una intervención quirúrgica cuando el afectado lleva más de 12 meses probando el tratamiento no quirúrgico y no se produce ninguna mejoría. Los médicos tratan de evitar esta opción porque no siempre el dolor desaparece por completo y porque, en ocasiones, los nervios pueden resultar dañados. Podemos distinguir dos procedimientos diferentes:

• Recesión de los gemelos (gastrocnemio): se alargan los músculos de la pantorrilla para quitar rigidez, ya que ésta aumenta la presión de la fascia plantar.
• Liberación de la fascia plantar: se corta parte del ligamento de la fascia para aliviar la tensión de este tejido.

Si esta afección no es correctamente tratada, podría derivar en una fascitis plantar con rotura de fibras. Cuando la persona sufre estos desgarros, además de sentir un intenso dolor en la zona, deberá mantenerla inmovilizada e incluso utilizar muletas.

¿Qué crema es buena para la fascitis plantar?

Las cremas antiinflamatorias pueden ayudar a reducir el dolor de la fascia plantar. Aplicar Voltadol Forte por medio de masajes en la zona ayuda a reducir el dolor y la inflamación y a acelerar el proceso de recuperación. Las personas cuidadoras de ancianos con fascitis plantar deben estar pendientes de aplicar varias veces al día la pomada antiinflamatoria al mayor.

Ejercicios para aliviar el dolor

Los mejores remedios para la fascitis plantar son los ejercicios de estiramiento de las pantorrillas y de la fascia plantar. Lo ideal es acudir a un profesional que ofrezca un buen asesoramiento sobre cuáles son los mejores ejercicios, ya que es necesario adaptarlos a cada caso. Las personas mayores pueden presentar ciertas dificultades para realizar determinados estiramientos, no obstante, los que se comparten a continuación son sencillos y se pueden hacer en la comodidad del hogar.

• Estiramiento de la pantorrilla: colocaremos al anciano de cara a la pared apoyándose en esta con las manos. Una pierna deberá permanecer recta y la otra flexionada. Para que se produzca el estiramiento, se deberá empujar la cadera hacia la pared, de forma lenta y controlada. Hay que mantener la postura durante 10 segundos y después relajar. Se recomienda repetir esto unas 20 veces por cada pie.
• Estiramiento de la fascia plantar: el mayor debe permanecer sentado en una silla y se colocará una botella llena de agua (preferiblemente fría) bajo el arco plantar de uno de los pies. El ejercicio consiste en hacer rodar la botella (10 minutos por cada pie), de manera que se combine el efecto calmante del frío con el masaje y estiramiento que proporciona la propia botella.

También se puede valorar la posibilidad de contratar servicios de fisioterapia y rehabilitación para tratar la fascitis plantar a domicilio. Con esta opción, las personas mayores no necesitarán salir de sus casas para recibir un tratamiento de calidad adaptado a sus necesidades.

¿Cómo quitar el dolor del talón? Remedios

Junto con los juanetes o los callos, la fascitis plantar es una de las dolencias del pie más comunes y que deben ser tratadas correctamente para evitar problemas mayores.

No obstante, existen diferentes mecanismos y técnicas para aliviar o quitar el dolor de talón, como por ejemplo el uso de rodillos de pie. Este material de masaje es liviano para utilizar en cualquier lugar y aliviar dolores en la zona de la planta del pie o estirar los músculos de la zona. Para ello, basta con colocarlo debajo del arco del pie y girarlo suavemente hacia adelante y hacia atrás mientras se aplica una presión suave.

Asimismo, existen unas taloneras que permiten, una vez se introducen los pies en el calzado, estar acolchado y reducir la presión sobre la planta del pie. De esta forma, se amortigua el peso del talón y la presión se distribuye por todo el pie. Son elementos muy recomendados en este tipo de casos.

¿Cuál es el calzado más apropiado para el dolor de talón?

Se debe escoger un calzado de buena calidad que contenga una suela cómoda que sujete bien el pie. Los materiales deben ser transpirables, para evitar que el pie sude demasiado y se deslice en el interior del zapato. En verano se desaconseja el uso de chanclas o calzado con una suela muy plana y fina. Lo ideal para la época estival es escoger un zapato abierto que agarre bien el talón y que evite que el pie se mueva.