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¿Qué es una hernia inguinal y cuáles son sus síntomas?

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Es bastante habitual que las personas mayores desarrollen distintos tipos de hernias. Esto se debe a que, con la edad, se produce un debilitamiento de los tejidos musculares y conectivos. Conocer las causas, síntomas y tratamientos permite ofrecer al mayor una mejor atención y calidad de vida.

A pesar de que las hernias se produzcan, sobre todo, en edades más avanzadas, lo cierto es que también pueden desarrollarlas personas más jóvenes e incluso niños. En este artículo, ahondaremos en las características de las hernias inguinales y qué podemos hacer cuando detectamos su aparición.

¿Qué es una hernia inguinal?: principales síntomas

Una hernia es una condición médica en la que los tejidos blandos, como parte del intestino, sobresalen a través de una debilidad o abertura en los músculos abdominales. Esto puede resultar en la formación de una protuberancia visible o palpable bajo la piel. Algunos tipos, como la hernia de hiato, suelen ser especialmente frecuentes entre la población. La hernia inguinal en concreto, se origina cuando la parte final del intestino sale a través de un lugar debilitado de los músculos del abdomen (generalmente el conducto inguinal).

Se trata de una condición que produce dolor y puede llegar a ser peligrosa, en algunos casos, si no se trata a tiempo.

Las causas pueden ser variadas: factores genéticos, realización de esfuerzos que aumentan la presión en la zona, embarazo, estreñimiento, envejecimiento, obesidad, etc.

Por norma general, los pacientes suelen reportar notarse un bulto o protuberancia en la zona de la ingle y esta suele ser la primera señal de alarma. Sin embargo, podemos destacar varios síntomas frecuentes:

  • Sensación de dolor en la zona donde se ha detectado el bulto.
  • Incomodidad en la ingle al levantarse, toser, inclinarse o cargar peso.
  • Presión en la ingle.
  • En el caso de los hombres, de vez en cuando se pueden sentir molestias en los testículos.

Los hombres de raza blanca tienen más probabilidades de desarrollar este trastorno que las mujeres u hombres de otros grupos étnicos.

En algunos casos, este trastorno puede generar otras complicaciones. Los gases atrapados en el intestino, por ejemplo, pueden ejercer presión adicional sobre la hernia, causando molestias adicionales o empeorando los síntomas. Además, la distensión abdominal causada por la acumulación de gases puede aumentar la presión dentro del abdomen, lo que a su vez aumenta el riesgo de que los tejidos protruyan a través de la hernia. Por lo tanto, algunas personas con hernias inguinales pueden experimentar síntomas más pronunciados cuando tienen gases.

¿Cómo es la operación de una hernia inguinal?

Es importante que quienes se encargan del cuidado de personas mayores estén pendientes de llevar al médico al anciano cuando se identifican los primeros síntomas. Hay que acudir de inmediato sobre todo, si se aprecia que el bulto se torna violáceo o si se presentan síntomas de hernia estrangulada: fiebre, náuseas, incapacidad para defecar o expulsar gases, etc.

Si la hernia no produce molestias, es posible que el profesional de la salud no decida intervenir y opte por mantenerla en observación. Sin embargo, cuando son grandes o muy dolorosas, se suelen tratar por medio de una intervención quirúrgica.

Existen 2 posibilidades:

  • Reparación abierta: consiste en hacer una incisión en la zona de la ingle afectada y empujar el tejido que sale hacia el interior, para recolocarlo en su sitio. Con esta intervención no es necesario guardar reposo, pero sí limitar ciertas actividades.
  • Reparación de invasión mínima: se realizan varas incisiones en el abdomen y el cirujano utiliza diversos instrumentos avanzados (como el laparoscopio) para reparar la zona herniada con una malla sintética. Este procedimiento exige de inflar el abdomen con gas para visualizar mejor los órganos internos. Se trata de la mejor opción para las personas que ya han sido intervenidas anteriormente, pues evita tocar el tejido cicatricial de una operación anterior.

¿Se puede curar una hernia inguinal sin operar?

La curación sin recurrir a la cirugía es posible en algunos casos, especialmente si la hernia es pequeña y no causa síntomas significativos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el tratamiento conservador solo puede ayudar a controlar los síntomas y prevenir complicaciones en lugar de curar el problema de manera definitiva.

Un hombre con hernia inguinal sentado en una silla de ruedas visitando a un médico

Algunas medidas conservadoras incluyen el uso de dispositivos de sostén, como un vendaje o una faja abdominal, para proporcionar soporte adicional a la zona afectada y reducir la presión. Además, adoptar un estilo de vida saludable que incluya mantener un peso adecuado, evitar levantar objetos pesados y actividades que ejerzan presión sobre el abdomen ayuda a prevenir que el trastorno empeore.

La fisioterapia puede desempeñar un papel importante, especialmente los servicios de fisioterapia a domicilio para personas mayores como parte de un enfoque conservador para el tratamiento. Si bien la fisioterapia por sí sola no puede curar este problema, sí puede ayudar a fortalecer los músculos circundantes y mejorar la estabilidad del área afectada.

Aspectos a tener en cuenta durante la recuperación

Tras una intervención quirúrgica, es recomendable que el paciente siga fielmente las pautas proporcionadas por su médico. En algunos casos tendrá que guardar reposo y, en otros, podrá realizar las actividades diarias con normalidad, pero prestando atención a ciertos esfuerzos y/o restringiendo otros. A medida que se produzca la recuperación, el médico podría recomendar realizar ciertos ejercicios apropiados.

Para controlar el dolor, los profesionales de la salud podrían recetar algunos analgésicos.

La cicatrización tras la incisión puede tomar varias semanas, o incluso meses. Durante este tiempo, hay que prestar atención a los cambios en su apariencia y textura y mantener la zona limpia y seca.

Es normal que aparezca un bulto o hinchazón en la zona operada, especialmente en las primeras semanas de recuperación. Este bulto puede deberse a varios factores, como la inflamación postoperatoria, la acumulación de líquido o tejido cicatricial en el área de la incisión quirúrgica.

Por otra parte, cabe destacar que ir al baño después de este tipo de operaciones puede implicar algunas complicaciones. Ante todo, hay que evitar el estreñimiento a toda costa. Para ello, es recomendable comer alimentos ricos en fibra, beber suficiente agua e incluso tomar laxantes si así lo considera el médico. También puede ser útil colocar un cojín o almohada sobre el abdomen para proporcionar un poco de apoyo adicional al evacuar.

¿Es bueno andar después de una operación de hernia inguinal?

Sí, caminar puede ser beneficioso después de este tipo de intervención, pero es importante hacerlo con moderación y según las recomendaciones de tu médico. Caminar puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea, promover la cicatrización y prevenir la formación de coágulos de sangre en las piernas, lo que puede ser un riesgo después de la cirugía.

Si experimentas algún dolor o molestia al caminar, es importante detenerte y descansar.

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